PSICÓLOGA ESPECIALISTA EN CONDUCTA
Katia Giménez Molins
Psicóloga General Sanitaria y Psicoterapeuta Col. 15408
¿Tu hijo muestra un comportamiento agresivo o destructivo e incumple las normas de forma reiterada? ¿Ni los padres ni los profesores podéis solucionarlo? Como psicóloga infantil especialista en conducta con +15 años de experiencia, os asesoraré y acompañaré para impedir que la situación se agrave y solucionarla de forma eficaz.
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Trastornos de conducta en Barcelona
Cuento con formación y amplia experiencia en el abordaje y tratamiento de los trastornos y problemas de conducta en la infancia y la adolescencia, mediante técnicas de orientación cognitivo conductual. Priorizo el bienestar del niño y de la familia en colaboración con las escuelas o institutos, con otros profesionales y en especial, vosotros, sus padres.
Durante la primera visita trataremos de identificar y entender las causas que están relacionados con los problemas de conducta, y trazaremos un plan terapéutico con unos objetivos concretos que empezaremos a trabajar desde el primer día. Estos objetivos incluyen el desarrollo de habilidades sociales, el manejo de la impulsividad y la frustración, la gestión emocional y la mejora de las habilidades comunicativas.
El tratamiento es completamente individualizado ya que aunque los trastorno de conducta tengan características similares, cada persona puede presentar diferentes sintomatologías con distinta intensidad. La terapia requiere de un abordaje integral, haciendo participes al entorno escolar, familiar y a la persona que sufre el trastorno de conducta.
- Psicología clínica - Habilitación Sanitaria - Colegiada Número 15408
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Psicoterapia en mi acogedor espacio en Barcelona.
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Problemas que puedo solucionar
¿Cuándo es necesaria la terapia para los problemas de comportamiento?
La ayuda psicológica es necesaria en niños que muestran conductas violentas, desafiantes o que generan dificultades en la interacción social. Estas actitudes también pueden ir acompañadas de consumo de sustancias tóxicas, irritabilidad constante, rencor o necesidad de venganza. Más específicamente, la terapia es necesaria en los siguientes casos:
➤ Comportamiento agresivo: Intimidar a compañeros de clase, hermanos u otros individuos, falta de respeto a padres o profesores, participación en peleas o vandalismo, acciones crueles hacia animales, robos con violencia, o uso de armas que pueden ocasionar daño a otros.
➤ Incumplimiento de normas: Llegadas tardías o ausencias injustificadas en la escuela, salir de casa sin permiso, negarse a realizar tareas o desobedecer las prohibiciones de sus padres o profesores.
➤ Comportamiento destructivo: Deteriorar bienes o propiedades ajenas, romper juguetes, ropa, libros o muebles o utilizar fuego con la intención de causar daños.
➤ Engaños y/o hurtos: Sustraer objetos de casas, comercios, vehículos u otras personas incluyendo su familia, o utilizar el engaño para obtener lo que se desea.
Beneficios de la terapia infanto-juvenil
¿Cómo mejorará su conducta con el tratamiento psicológico?
El trabajo en consulta con el niño, además de explorar la función de cada comportamiento, se centra en el aprendizaje de estrategias saludables de afrontamiento, por lo que al entrenarlo, el niño adquirirá habilidades de:
Resolución de problemas, aprendiendo a gestionar los conflictos sin recurrir a la violencia.
Autocontrol para no recurrir constantemente a la ira, por lo que se extinguirán las conductas inadecuadas y se le reforzará las conductas positivas.
Empatía, con la que conseguirá entender que causar daños materiales o a persona afecta negativamente a otros.
Habilidades sociales, por lo que podrá comunicarse con compañeros, profesores y familiares de forma asertiva.
Regulación de la expresión emocional, mejorando la expresión de sentimientos y emociones.
Se trata de darle herramientas para que pueda utilizarlas cuando sea necesario, y no tener que recurrir a otro repertorio de conductas problemáticas. A su vez, trabajamos la identificación, expresión y gestión emocional, para que el niño o niña pueda estar conectado con sus emociones y lo que le ocurre.
También explicamos a los padres el origen del conflicto, para poder establecer espacios de comunicación con el niño, en los que se potencie la calidad de los encuentros y los lazos afectivos.
En la parte final del tratamiento, diseñamos un programa de prevención de recaídas y de mantenimiento de los logros alcanzados en la terapia.
Resultados palpables en pocas sesiones
¿Cuántas sesiones o tiempo dura el tratamiento?
Cada niño llega con una situación única y concreta, nunca se puede generalizar y el tratamiento siempre es personalizado, pero en términos generales y según mi experiencia como psicoterapeuta infantil, el número de sesiones medio para ver cambios significativos es de aproximadamente entre 6 y 8.
Dependiendo de la disponibilidad del niño o de la familia, o de lo avanzada que esté la terapia, las sesiones pueden realizarse cada semana o cada dos semanas.
El mejor precio posible
Precios y tarifas de psicología infantil asequibles
Psicoterapia Infantil y Juvenil - 50€
Sesiones de 45 minutos
Reeducación Psicopedagógica - 45€
Sesiones de 45 minutos
Informe Diagnóstico - 60€
Informe clínico completo
Visita Devolución Resultados - 60€
Sesión de 60 minutos
Coordinación Escuela - 50€
Presencial, telefónica o telemática
Visita de Seguimiento Padres - 50€
Sesiones de 45 minutos
Informe de Seguimiento - 45€
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Psicólogo trastornos de conducta en Barcelona
Datos de mi espacio
Psicologia Montjuic
Nuestro centro de psicología está situado muy cerca de Plaza España, y podemos vernos de lunes a viernes de 9 a 21h (otros horarios a convenir).
Dirección: Av Paral·lel 180 Esc A Entlo 4, 08015, Barcelona
Teléfono: 623 174 121
Email: katia@psicologiamontjuic.com
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Psicólogas especialistas en conducta en Barcelona
Katia Giménez Molins
Psicóloga General Sanitaria Colegiada 15408
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Psicóloga General Sanitaria Colegiada 16338
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Psicóloga General Sanitaria Colegiada 30039
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Psicóloga General Sanitaria Colegiada 31886
Mireia Manyoses
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Resolvemos todas tus dudas
Preguntas frecuentes
Sí. Puedes contactar conmigo a través de whatsapp (623174121) o por e-mail (katia@psicologiamontjuic.com) y resolveré tus dudas. También podemos hablar por teléfono para tener una primera toma de contacto de forma totalmente gratuita.
En primer lugar, hago un análisis detallado de tus necesidades para encontrar el tratamiento más adecuado. La intervención siempre es individualizada.
En el caso de los adultos, las duración de la sesiones es de 60 minutos. En adolescentes y niños, la duración es de 45 minutos.
El tiempo estimado de un proceso de terapia puede variar en función de la complejidad del motivo de la consulta y del tipo de tratamiento utilizado. Sin embargo, el promedio de las terapias tiene una duración de entre 8 y 12 sesiones.
La psicoterapia te puede ayudar con una amplia gama de problemas, desde problemas más específicos y actuales como un duelo, estrés, dificultades en las relaciones o problemas relacionados con el trabajo, hasta problemas más profundos y complejos, como trastornos alimentarios, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad o trastornos de la personalidad.
Tras la primera consulta, haré una valoración de lo que te puede estar ocurriendo y te plantearé un plan o estrategia de tratamiento con el que sabrás si los problemas con los que deseas ayuda se pueden resolver en psicoterapia, o si es necesario un enfoque más específico o quizás la participación de otros profesionales (psiquiatra, por ejemplo).
Sí, por supuesto. Todas las psicólogas, por ley y por su Código Deontológico, deben mantener secreto profesional y garantizar absoluta confidencialidad.
Información práctica sobre los problemas y trastornos de conducta
¿Qué es el trastorno de la conducta? ¿Cómo puedo detectarlo?
Los trastornos de la conducta son un conjunto de problemas de comportamiento que se presentan en niños y adolescentes. Estos problemas pueden ser de diversa gravedad e incluyen:
- Agresión: Amenazar, intimidar o causar daño físico a otras personas.
- Destrucción de la propiedad: Dañar o destruir objetos propios o ajenos.
- Engaño o robo: Mentir, engañar o tomar objetos que no le pertenecen.
- Violación de las normas: No obedecer las reglas o normas sociales, escolares o familiares.
Es normal que los niños experimenten problemas de comportamiento con sus iguales (compañeros de clase, amigos) o con sus educadores (padres, maestros, monitores) en su día a día. Muchos de estos problemas son leves o pasajeros, fruto de situaciones particulares que se dan en el hogar o la escuela.
Sin embargo, cuando estas dificultades se presentan con una intención clara, continua y persistente por parte del niño a no obedecer, o cuando los problemas de conducta se agravan, se intensifican y aparecen a diario, es necesario considerar la posibilidad de un trastorno directamente relacionado con la conducta anti normativa.
¿Cuáles son las causas más comunes de los problemas de comportamiento?
Es importante comprender que la conducta de los niños está condicionada por el ambiente familiar. Variables como el estilo educativo, la comunicación, la presencia de límites y el uso de refuerzos y castigos tienen un impacto significativo en el comportamiento infantil.
Para comprender el origen y mantenimiento de los comportamientos infantiles, es importante considerar diferentes factores:
1. Consecuencias de la conducta:
La probabilidad de que un comportamiento se repita aumenta si se asocia a consecuencias positivas (como evitar una tarea desagradable o recibir un premio). Por el contrario, la probabilidad de repetición disminuye si se asocia a consecuencias negativas (como un castigo).
2. Interacciones familiares:
Los modelos de interacción entre los miembros de la familia, los vínculos afectivos, la supervisión parental y el estilo educativo pueden influir en la aparición de ciertos comportamientos. Por ejemplo, un estilo educativo punitivo por parte de un progenitor y uno permisivo por parte del otro puede generar confusión en el niño.
3. Características individuales:
Existen diferencias individuales en la vulnerabilidad, predisposición y temperamento de los niños que, en interacción con factores ambientales y familiares, pueden facilitar la aparición de problemas de comportamiento. Se destacan las diferencias en el desarrollo emocional, la capacidad de empatía y la resolución de problemas.
4. Otros factores del ambiente:
Elementos como el ambiente urbano o el nivel socioeconómico pueden aumentar la probabilidad de comportamientos delictivos o conflictivos, especialmente cuando se combinan con otros factores o con la influencia de grupos de amigos. Sin embargo, es importante recordar que este tipo de comportamiento puede aparecer en cualquier contexto social, cultural o económico.
Clasificación de los Trastornos de Conducta
Los trastornos de la conducta se pueden clasificar en diferentes categorías según la gravedad de los síntomas y la edad del niño. Algunas de las categorías más comunes son:
1. Trastorno Negativista Desafiante:
El trastorno negativista desafiante se caracteriza por un patrón persistente de desafío y oposición hacia las figuras de autoridad. Los niños con este trastorno suelen:
- Discutir y negarse a obedecer las normas.
- Cuestionar constantemente las decisiones de los adultos.
- Enojarse con facilidad y mostrar resentimiento.
- Ser tercos y obstinados.
- Buscar irritar y molestar a las personas que les rodean.
El trastorno negativista desafiante se manifiesta principalmente en el contexto familiar, aunque también puede presentarse en otros entornos como la escuela.
2. Trastorno Explosivo Intermitente:
El trastorno explosivo intermitente se caracteriza por episodios recurrentes de falta de control de los impulsos que conducen a arrebatos de agresividad verbal o física. Estos arrebatos:
- Suelen ser desproporcionados al motivo que los desencadena.
- No son premeditados, sino que son producto de una impulsividad descontrolada.
- Pueden ir acompañados de síntomas como irritabilidad, impulsividad y dificultad para controlar la ira.
- Se asocian con mayor frecuencia a la Depresión, Ansiedad y Trastorno por Consumo de Sustancias.
3. Trastorno de la Conducta:
El trastorno de la conducta se caracteriza por un patrón persistente de comportamiento que viola los derechos de los demás, las normas sociales o las reglas. Los niños con este trastorno:
- Agreden a personas y animales.
- Destruyen objetos o propiedades.
- Engañan o roban para obtener un beneficio personal.
- Faltan a la escuela.
- Mienten con frecuencia.
- Manipulan a las personas para obtener lo que quieren.
- Cometen actos delictivos.
El trastorno de la conducta puede tener graves consecuencias para el niño, como problemas en la escuela, dificultades para formar relaciones sociales y problemas con la ley.
Es importante destacar que esta clasificación no es exhaustiva y que existen otros trastornos de la conducta que no se han mencionado. Si te preocupa el comportamiento de tu hijo o hija, es importante que consultes con un psicólogo especialista en conducta.
Pide cita para mi espacio en Barcelona y acordaremos una hora de visita en la que os vaya bien venir:
Comorbilidad de los Trastornos de Conducta
Los Trastornos de Conducta a menudo se presentan junto con otros problemas de salud mental, lo que se conoce como comorbilidad. Esta comorbilidad puede dificultar el diagnóstico y tratamiento del trastorno de conducta, y puede tener un impacto significativo en la vida del niño o adolescente.
Las siguientes son algunas de las condiciones más comunes que se asocian con el trastorno de conducta:
1. Trastorno por Déficit de Atención con y sin Hiperactividad (TDA y TDAH):
- Es un trastorno del desarrollo neuropsicológico que se caracteriza por dificultad para mantener la atención, hiperactividad e impulsividad.
- Afecta el desarrollo social, emocional y cognitivo del niño o adolescente.
2. Adicción a Sustancias:
- Se caracteriza por el consumo compulsivo de sustancias que tienen un efecto dañino en el cerebro.
- Con el tiempo, se requiere de cada vez más dosis para obtener los mismos efectos.
- Provoca un deterioro en las relaciones familiares y sociales.
3. Adicciones Comportamentales:
- Implican una necesidad irrefrenable de realizar ciertas conductas, como el juego patológico, la adicción a las nuevas tecnologías o la adicción al sexo.
- La persona pierde interés en otras actividades y se deteriora su calidad de vida.
4. Depresión en Adolescentes:
- Se caracteriza por sentimientos de tristeza, desesperanza y pérdida de interés en las actividades que antes se disfrutaban.
- Afecta el rendimiento académico, las relaciones sociales y la autoestima.
5. Ansiedad en Adolescentes:
- Se caracteriza por una preocupación excesiva y persistente ante situaciones cotidianas.
- Puede causar síntomas físicos como temblores, sudoración y palpitaciones.
- Interfiere con el desarrollo social y académico del adolescente.
6. Estrés en Adolescentes:
- Es una respuesta natural a las situaciones difíciles, pero puede convertirse en un problema si es excesivo o persistente.
- Puede afectar el sueño, la concentración y el comportamiento del adolescente.
7. Trastornos del Aprendizaje:
- Afectan la capacidad del niño o adolescente para recibir, procesar, analizar o almacenar información.
- Pueden causar dificultades en la lectura, la escritura, las matemáticas y otras áreas académicas.
8. Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA):
- Se caracterizan por una obsesión por el peso, la imagen corporal y la comida.
- Incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.
- Tienen graves consecuencias para la salud física y mental del niño o adolescente.
¿A qué edad se detectan los trastornos de conducta?
Desde la primera infancia o edad preescolar ya es posible detectar la presencia de problemas de conducta. Aunque el tratamiento varía según la edad y el caso concreto, la detección temprana es crucial para abordarlo de manera efectiva y evitar que se repita y se consolide una conducta perturbadora y conflictiva.
En la adolescencia, aceptar un diagnóstico de problemas de conducta puede ser difícil para el joven. A pesar de la hostilidad que suele generar este tipo de comportamiento en el entorno, es fundamental recordar que estos problemas, que pueden tener su origen en trastornos como el TDAH, la depresión o la psicosis, también causan sufrimiento al adolescente.
Para lograr que el adolescente acepte su diagnóstico y, por ende, la ayuda necesaria, es crucial abordarlo desde su propio sufrimiento, sin culpabilizarlo y, al mismo tiempo, generar en él un alto grado de responsabilidad en la búsqueda de soluciones.
Algunas de las claves para la detección y el abordaje de los problemas de conducta en la infancia y la adolescencia son los siguientes:
Detección temprana:
- Prestar atención a cambios en el comportamiento habitual del niño o adolescente.
- Observar si presenta agresividad, impulsividad, desobediencia persistente, mentiras frecuentes, robo o comportamiento antisocial.
Abordaje adecuado:
- El tratamiento debe ser individualizado y adaptado a la edad, el contexto y las necesidades del niño o adolescente.
- Puede incluir terapia individual, familiar, terapia cognitivo-conductual, apoyo psicopedagógico o, en algunos casos, medicación.
- Es fundamental la participación activa de la familia en el proceso de tratamiento.
Comunicación efectiva con el adolescente:
- Hablar con el adolescente sobre su propio sufrimiento y las consecuencias de su comportamiento.
- Evitar culpabilizarlo y centrarse en la búsqueda de soluciones.
- Generar un ambiente de confianza y apoyo donde el adolescente se sienta escuchado y comprendido.
- Fomentar la responsabilidad del adolescente en la resolución del problema.
¿Cómo trata un psicólogo los problemas de conducta?
En la actualidad, la terapia cognitivo-conductual (TCC) se considera el tratamiento de primera elección para este tipo de problemas y es la orientación psicológica que seguimos en Psicologia Montjuic. Esta intervención se basa en el entrenamiento y desarrollo de estrategias para padres, así como en la terapia individual con el menor.
Los objetivos generales del tratamiento son:
- Eliminar o disminuir la frecuencia de las conductas disruptivas.
- Instaurar o potenciar la emisión de conductas adecuadas.
Para ello, se implementa un plan de tratamiento que abarca las siguientes áreas:
1. Conciencia del problema y motivación al cambio:
- Este es uno de los primeros pasos, ya que la baja adherencia y motivación al cambio suele ser un obstáculo en el tratamiento.
- Se trabaja con el menor, los padres y demás personas implicadas en la educación del niño.
2. Entrenamiento con los padres:
- Se trabaja en el desarrollo de habilidades para el manejo de contingencias, habilidades sociales, pautas de negociación y resolución de problemas.
- Se utiliza principalmente el refuerzo positivo para fortalecer las conductas adecuadas.
- Se emplean técnicas como la extinción, el tiempo fuera y el coste de respuesta para reducir o eliminar las conductas desadaptativas.
- Se trabaja en el manejo y gestión emocional de los padres, así como en la modificación de pensamientos y creencias desadaptativas.
3. Terapia individual con el menor:
- Se ayuda al niño a gestionar sus emociones, como la ira o la frustración.
- Se utiliza la reestructuración cognitiva para cambiar patrones de pensamiento erróneos.
- Se trabaja en el entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación.
- Se entrena el autocontrol y se fomenta el desarrollo de conductas prosociales y empáticas.
4. Trabajo en familia:
- Se busca fortalecer la nueva identidad del niño y las habilidades aprendidas por los padres.
- Se consolidan las estrategias trabajadas durante el proceso terapéutico.
- Se previenen recaídas.
Es importante destacar que este es un esquema general y que el tratamiento se adaptará a las necesidades específicas de cada caso.
Estoy deseando poder ayudaros
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